LA FRUSTRACION
Hace pocos días leí un Tweet que decía
¨ Siempre estamos pensando en el futuro
pero cuando llega nunca es como lo imaginamos¨. Este breve mensaje me hizo reflexionar
sobre la ansiedad que nos produce el estar enfocados en el futuro y más grave aún, el sentimiento que nos invade si éste no
sucede como lo planeamos o lo deseamos. Esa sensación, una mezcla de ira con
decepción, se denomina frustración.
Toda mi vida he tenido que lidiar con
la frustración. Inicio un proyecto o un nuevo reto, ya sea personal o
profesional y en determinado momento, las cosas no suceden exactamente como lo
había pensado y ese sentimiento me domina por unos instantes. Solía paralizarme
por completo años atrás. Hoy sin embargo, he aprendido por experiencias propias
y ajenas, que jamás algo que valga la pena será sencillo. He descubierto que
posiblemente existe una razón para que las cosas no se lleven a cabo como uno
las deseaba, por lo tanto será necesario tomar conciencia de la situación,
respirar profundamente y volver a empezar, a veces con un enfoque diferente y
en circunstancias distintas.
Una de las enseñanzas más memorables sobre el manejo de
este sentimiento llegó a mi de forma inesperada. Yo regresaba de una experiencia inolvidable de varios días
de meditación en el desierto de Nuevo
México durante el solsticio de verano y tomé el avión de regreso a casa. Antes
de despegar, la azafata me preguntó si podía cambiarme de asiento para que una
pareja mayor pudiera viajar juntos. Con gusto accedí y tome mi nuevo lugar en
el avión. Para mi sorpresa quien viajaba a mi lado era un famoso alpinista
ecuatoriano, que había ascendido al
Everest sin oxígeno y a catorce montañas de más de ocho mil metros de altura.
Siempre había sentido una gran admiración por Iván Vallejo, era un aventurero,
un luchador y un sabio de la montaña.
Conversamos por largo rato. El me conto
que venía escalando una montaña en Alaska. Yo le conté que venía del Tantra en
Nuevo México. Al final me contó algunas de sus penas y yo las mías. En un momento
dado, le dije que me costaba mucho lidiar
con el sentimiento de frustración que
las últimas semanas rondaba mi vida. El me miró por unos segundos en silencio y
me dijo ¨ la frustración siempre ha sido el karma con el que he tenido que
luchar desde chico y la vida me lo sigue poniendo al frente en lo que más me
gusta hacer que es subir montañas¨. Iván respiro profundo y dijo: ¨ A veces
demoras años en entender que lo que parecía una tragedia, lo que detuvo tu
paso, tenía una razón de ser.¨ Habló sobre su experiencia en las montañas, la
frustración de estar a 200 metros de
alcanzar la cima y tener que renunciar y volver por que las condiciones del
clima no son buenas. Todo esto después de 21 días de ascenso y de 10 meses de
preparación. Y simplemente no hay nada que puedas hacer al respecto, más que
respirar profundo, aceptar, no tratar de entender en ese momento y regresar.
Con el tiempo tal vez lo volverás a intentar, quizá en otras condiciones.
Las palabras de Iván relataban su
ascenso a las montañas pero al mismo tiempo la experiencia en nuestro propio
camino. Fue una enseñanza inesperada sobre el autocontrol, la aceptación para
superar la frustración y la tenacidad para volver a empezar.