miércoles, 2 de enero de 2013

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SEÑALES DE HUMO A LA VIDA

Durante el solsticio de verano cada año en Nuevo México, Estados Unidos, se lleva a cabo un evento denominado el Tantra Blanco. Los  Maestros en Kundalini Yoga dicen que nuestra mente libera mil pensamientos por cada parpadeo y muchos de ellos quedan bloqueados en el subconsciente afectando así a la mente consciente. El Tantra Blanco consiste en tres días de meditación guiada junto a cerca de dos mil personas,  lo que permite romper con esos bloqueos.

Luego de aquella experiencia en el desierto de Nuevo México, donde había pasado momentos muy intensos al procesar cambios grandes en mi vida,  tomé el avión de regreso a casa. Antes de despegar la azafata me pregunto si podía cambiarme de asiento para que una pareja mayor pudieran viajar juntos. Con gusto accedí y tome mi nuevo lugar en el avión. Para mi sorpresa quien viajaba a mi lado era un famoso alpinista, quien había ascendido al Everest sin oxígeno y a catorce montañas de más de ocho mil metros de altura. Siempre había sentido una gran admiración por Iván Vallejo, era un aventurero, un luchador y un sabio de la montaña.

Conversamos por largo rato. El me conto que venía escalando una montaña en Alaska. Yo le conté que venía del Tantra en Nuevo México. Al final me contó algunas de sus penas y yo las mías. En un momento dado yo le dije que no podía comprender por que me sucedía todo esto y él me dijo quiero contarte la siguiente fábula y relató lo siguiente:

¨Un barco lleno de pasajeros fue atrapado por una tormenta hasta que finalmente se hundió. Un solo hombre sobrevivió al naufragio y arrastrado por la corriente llegó a una isla desierta. Agotado y desesperado el naufrago buscó un refugió. No podía parar de pensar en por que le había sucedido tal tragedia. Cuando al fin logro un poco de calma en su mente empezó a construir una cabaña para refugiarse del sol. Trabajó todo el día y cuando quedó terminada metió en ella los restos del barco que encontró. Había unas botellas de agua y algunas herramientas.

Con su refugio terminado y con todo lo que poseía dentro de él, partió en busca de algo para comer. Luego de un par de horas regresó y para su sorpresa, la cabaña estaba envuelta en llamas. Aparentemente el sol atravesando una de las botellas encendió un fuego que se propagó rápidamente. Con desesperación trató de controlar el incendio pero fue imposible, a los pocos minutos solo quedaban cenizas. El naufrago cayó de rodillas y grito al cielo por su mala suerte, no podía creer lo que le había sucedido. De tanto llorar se quedó dormido.

De pronto sintió que unas fuertes manos lo sacudían. Abrió los ojos y encontró a dos marineros parados frente a él. Uno de ellos dijo, `tranquilo venimos a rescatarte´. El naufrago aun sin poder creer lo que veía pregunto: ¿ Y como me encontraron?. El marinero respondió, señalando las cenizas de la cabaña: `Por las señales de humo que hiciste.´¨

Iván Vallejo me miró y me dijo ¨ a veces lo que parece una tragedia son las señales de humo para que la vida venga a tu rescate. Con el tiempo podrás entender la razón.¨ Habló sobre su experiencia en las montañas, la frustración de casi llegar a la cima y tener que volver después de 21 días de ascenso y 10 meses de preparación. Pudiendo entender mucho tiempo después la razón de aquellos hechos. Me habló de la búsqueda de la paz y de algo igual de importante, de como conservarla. ¡ Jamás olvidaré sus palabras¡  Llegaron en el momento preciso, de la forma menos esperada. Ese momento me di cuenta que todo estaba conectado de alguna manera, desde el cambio de asiento en el avión, mi propio naufragio y hasta el incendio de mi cabaña. Todo eso fue el inicio de un proceso, de las señales de humo para que la vida venga en mi rescate y para que  pueda seguir caminando creando mi destino.